"The marvellous misadventures of Flapjack" ("Las maravillosas desventuras de Flapjack" en español) son unos tanto repelentes como enternecedores dibujos animados que rompen con todos los estereotipos de la animación para la primera infancia. Se trata de una atípica revelación que dista mucho de los ositos peludos que viven una vida de color rosa tan populares en la TV.
Tan solo el título ya nos habla de todo lo contrario a las aventuras felices que la mayoría de series de animación tienen por sujeto principal. Aquí se cuentan DESVENTURAS. Desventuras que no por serlo dejan de ser MARAVILLOSAS. Porque Flapjack asegura que incluso viviendo una desventura te lo puedes pasar maravillosamente.
Flapjack es un niño con una vida muy triste. No tiene casa, ni padres, ni hogar. Es un niño huérfano. Juega en la basura a falta de juguetes y el lugar en el que vive es un puerto pirata lleno de forajidos y maleantes. ¿A que no casa en absoluto la imagen con la descripción que os he presentado de él? Porque Flapjack asegura que te lo puedes pasar de maravilla y ser feliz sin tener nada.
Lo único que tiene Flapjack es una ballena por madre que lo ha adoptado llamada Bubby, y un amigo capitán pirata retirado, muy viejo ya, y con más de la mitad de su cuerpo mutilada. Este es el Capitán Muñón, un personaje cuyo pasado no augura nada más que infelicidades e infortunios. Y por si fuera poco, a parte de sus deficiencias corporales su persona también deja mucho que desear, ya que es un haragán y un embustero.
Tanto él como Bubby intentan educar a Flapjack por dos caminos que difieren completamente. Sin embargo la confianza y la amistad de Flapjack son tan incuestionables que cree en ambos fervientemente con todo su corazón, aunque a menudo se encuentre en situaciones confusas y con grandes contradicciones.
Pero Flapjack está bien. Es un niño entusiasta y soñador que siempre intentará encontrarle el enfoque optimista a los problemas, por muy desesperados y angustiosos que estos fuesen. De hecho, durante toda la serie nunca pierden la esperanza por encontrar algún día la Isla Dulce, una isla que se dice que es toda de caramelo.
Por lo demás, en el estilo del dibujo abundan los trazos grotescos; muy acordes al humor negro que prolifera en cada capítulo. Son gestos y expresiones muy exageradas y vomitivas. Aquí unos ejemplos:
A continuación un ejemplo de la ilusión soñadora de Flapjack:
Y por último un capítulo para que lo disfrutéis. Son capítulos muy cortos: de 10 minutos. De ahí su idoneidad para niños pequeños pues de esta forma se evitan lobotomías de hasta una hora ante una pantalla:
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